Días de tormento

Hace semanas que no veía a mi tormento -los que me leen seguido y quienes me conocen saben a quién me refiero- por falta de tiempo y coordinación, casí nos pasamos la semana entera pensando en vernos pero por multiples situaciones mías y suyas no se concreto, hoy al fin después de casi tres semanas me encontré con ella, linda como siempre y con ganas de jugar y hacerme bromas inocentes y burlarse como siempre de mi como solo ella sabe hacerlo, le conozco y sé cuando se le da por hacer sus bromitas.

Eran casi las 8 de la noche cuando marque su número y hable con ella y quedamos en vernos minutos mas tarde, pasaría por su casa y de ahi pues si nos quedabamos conversando ahi en su puerta como muchas veces lo hicimos o salir a dar vueltas por las calles como ya es costumbre en nosotros, es como nuestro lenguaje particular, seguramente diran que no somos los únicos que hacemos eso pero vale. Fue divertido, fuimos a ver a dos de sus amigas para no se que cosillas, no me entere mucho y luego pues ahi conversando y caminando y entre broma y broma se nos fueron las horas, que rapido pasan las horas cuando se es mas feliz, algunos dicen que el tiempo se detiene pero conmigo sucede todo lo contrario, todo pasa tan rapido que cuando me doy cuenta ya han pasado una o dos horas, a veces hasta más, que importa el tiempo cuando te sientes bien con lo que estas haciendo y en compañia de alguien que se te antoja especial siempre.

Y hasta llovió tenuemente, garúa como le llama ella, llovizna como le llamo yo, pero lluvia al final de cuentas.

Posiblemente este domingo le vea de nuevo, quedamos en que me acompañaría a comprar el regalo de Leonardo - mi sobrino mayor- ya se acerca su cumpleaños numero 7 y me ha pedido un monton de cosas jejeje... -que sangrón se ha vuelto el diablillo- pero a Leonardo yo le quiero mucho y no hay peros cuando se trata de complacerlo y se lo merece. Posiblemente este domingo le vea de nuevo, ya hemos quedado en ir a comprarle su regalo y de paso quizas tomarnos un cafe por Plaza San Miguel.

Gracias tormento por dias como este. ¡Hasta mas vernos!