sábado, 25 de agosto de 2007

399 elejuantes se balanceaban...

Sin nada que decir por el momento, nada mas queria darme el placer de postear algo jejeje... Hace un buen de dias que no me daba esa satisfaccion, pero aca estoy vivito, coleando y desorientado creativamene, la verdad verdacita no sabia sobre que escribir, estos dias que han pasado he estado mas pendiente en los canales de noticias y en la campaña de la seleccion peruana sub 17. Esos muchachitos si que se rajan por la camiseta carajo.

Esta semana retome la lectura de mi novela del mes La casa de los espirutus de Isabel Allende por recomendacion de mi tormento ( jiji...) empeze a leerlo el 26 de julio, pero por ciertas cosillas que pasaron en dias anteriores deje de leerlo, esta semana empeze a leerlo nuevamente, y me ha sobrecogido el libro, ya estoy por terminarlo y no quisiera que acabara jamas. Tuve la oportunidad de leer ese libro años antes, siempre llegaba a mis manos pero no le di la importancia necesaria. Vaya sorpresita que me lleve al empezarlo.
Bueno pues, habitantes de esta calle, no tengo mas que decir por el momento, pero pronto habrano novedades.
¡ Hasta mas vernor ! ¡Snaarf! jejeje...

viernes, 3 de agosto de 2007

Waiting on the world change

Dicen que la guerra terminó
y el calor se marchará sin que lo notemos
que los sacrificios tendrán su recompensa
y quizás nunca más volvamos a sufrir.

Dicen que por las mañanas
no habrá reproches de conciencia
y que las caricias nos dejarán exhaustos.

Que las palabras ya no serán necesarias
y no hará falta moverse mucho
para llegar a donde queramos.

¿En realidad que es lo que están queriendo decir?

jueves, 2 de agosto de 2007

That I Would Be Good

* Escuchen la canción mientras leen este post.



Harto ya de perderlo todo, vencido, demasiado joven para estas cosas, agotado de las despedidas en aeropuertos, de temblar ante las llamadas de medianoche, de teorizar planes asociados a rostros bonitos que se van como vienen por cualquier acera, inundándome de esperanza,abandonándome luego.

¿ Por qué nada se queda a esta orilla del río?


Las noches huelen a miedo últimamente, los ceniceros, los coches, los borrachos, todo insiste a lo mismo -la soledad- el viajar ligero de equipaje, las sonrisas de doble filo, todo te cita para la misma pregunta de siempre.

¿Qué es imprescindible en todo esto para seguir adelante?

Miedo

Tengo miedo
de sembrar un árbol
y terminar ahorcándome en el,
de ser inmolado en el fuego de la verdad,
de tener deseos,
de no poder eliminarme,
de escribir en una hoja frases que me acuchillen,
de tener un hijo y que algún día me maldiga,
de tener pareja y perderme en el laberinto del tú y yo,
de perder el miedo y volverme libre,
tan libre como para asesinarme con cariño.

Arquitectura del silencio I

I

Se sento en tierra
cogía a las inocentes hormigas que se acercaban
y las tragaba vivas,
miraba al sol mientras sentía
como algo diminuto pataleaba en su estómago
antes de disolverse.

II

Quizas no sea tiempo ya
todo tiene su momento -eso dicen-
No sé, mis momentos están esparcidos
y he de acostumbrarme
hasta a los no convenientes.
Vivo a contratiempo y he de acostumbrarme

III

He abierto cien ventanas esta noche
y cada cristal esconde un espejo sin voz.

Probablemente la mitad del tiempo
que he pasado escribiendo
bastaría para llenar cualquier
otro espacio en blanco que hay en mi vida.


IV

Golpea el martillo
-y corta la sierra-
corre el caballo por la pradera
corre la sangre por las venas
corren los ríos por la tierra
corre el vino por las ferias
corren los caballitos dando vueltas
corre la ilusión y el girasol detrás del sol.

Todos corremos, unos saben donde van
-otros lo saben cuando llegan-.

El martillo siempre golpea
la sierra siempre corta
y nosotros
siempre corriendo.

V

Construyo montañas imaginarias
y bosques ficticios
cada vez que pienso contruyo
alguna inutilidad
y tu, al otro lado
siempre...
tan ajena.

miércoles, 1 de agosto de 2007

A veces...

A veces nuestras palabras son absurdas como peces arrastrándose entre la maleza. A veces tú dices cielo y yo no sé qué comprender. Todo y nada está prohibido entre nosotros. Todo y nada tiene sentido. Y lo sabemos, los dos lo sabemos.

A veces digo que voy a olvidarte pero siempre llego tarde.

A veces tengo la sensacion de que llego tarde a todas partes, pero también a veces dicen que cuando algo se rompe en algún lugar, en otro se arregla.