martes, 17 de marzo de 2009

Tanto en tan poco

Esperando el dia, la hora, su regreso, él se fue quedando dormido
y soñó dos finales y un saludo de bienvenida.
Al despertar ya con el sol brillando con intensidad frente la ventana
de su nueva habitación en la azotea (habitación que penso sería preciso
y perfecta para poder verla luna llena desde la ventana
como lo hizo aquella vez que tomo la decision de mudarse a la azotea
motivado por la idea de que al fin ahi podria encontrar la calma,
esa paz que siempre le fue tan esquiva)
vio el reloj y se dio cuenta que apenas habian pasado algunos minutos.

No hay comentarios.: