Que dolor de pantorrillas, hoy he caminado harto. Pero aca feliz de haber tenido un día provechoso visualmente, hace uff que no iba a galerias a ver expos, y hoy la pasé maravillado con cada cosas que veía. Casi me animo a ir hasta Villa el Salvador a ver la expo del gran Delfín, lástima que no conozco mucho por esa zona de lo contrario hubiera dejado mis huellas también por ahi.
Y no me olvido del recital de guitarra ayacuchana en el que estuve, gran performance de Julio Humala ( este si es peruano, no como el otro que quizo ser presidente). Siempre quise estar en alguna de sus presentaciones, pero no sabía donde ni cuando, además casi nunca está por aca (en Perú) creo. Y lo mejor de todo es que fue gratis, como para redondear mi día.
Lo que si me jugó una mala pasada fue el clima, yo feliz hoy por la mañana con mi cielo limeño panza de burro, apropiado como para salir a caminar abrigadito ( y salí abrigadito con mi polera verde que tanto le gusta a ella por sus cordoncitos ), un cigarrillo mientras caminas, un chocolatito quizas, el aire enfriándote la nariz o entumeciéndote los nudillos de los dedos, pensando en ella por ratos, extrañándola ...pero el sol empezó a quemar al mediodía. No todo puede ser tan perfecto pensé, y contar con el clima ( al menos el de Lima) es como tenerle fé a los tragamonedas.
Y también como nota anecdótica; hoy cedí mi asiento a cambio de una sonrisa, pero no fue una
sonrisa cualquiera, fue la sonrisa de alguien que en ese momento hubiera dado la vida por sentarse, parecía cansadísima (se le veía en el rostro) , debe ser de esas gentes que se pasan el día de pie en su centro de labores. Bonito cabello el que tiene me dije para mis adentros, lo que si no me gustó fue que después de haberle cecido el asiento que supuestamente ocuparía yo, me dió un pisotón con sus tacos, y si que me dolió ( el dedo gordo de mi pie derecho ) le maldije por unos minutos, pero luego me ruborice, pense que quizás tendria el don de leer el pensamiento de la gente y habría leido el mio cuando le lanzaba piropos silenciosos a su cabellos. No se vale, ni siquiera las gracias me dió.
Al fin en casa me, esperaban a cenar, raro que me esperen, nunca lo hacen, si llego pasado las ocho de la noche ya no hay nada y hoy me esperaron, muy raro el día de hoy, todo salió como lo había planeado.
Pero ahora muero de sueño, no se como haré para trabajar hoy, estoy cansadísimo, con sueño y con ganas de salir y llegar a mi trabajo a la medianoche si no es mucho pedir, pero ya estoy aquí
y lo mejor que puedo hacer es escribir mientras espero que al reloj cambie del ocho al nueve y a trabaja. Ups... ya el reloj marcó las nueve... Hasta aca llego, a trabajar se ha dicho.
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