A diferencia de mi felina compañera de laboratorio (llámese compañera de msn, blog y filosofadas mil) yo si disfruto del invierno a más no poder y me entrego cual madre abnegada a las consecuencias climáticas de la temporada. Si la ropa no seca, me compro más o la plancho, enredarme cual gusano de seda sobre el endredón mi deporte favorito, despertar con el frío congelándome la nariz es lo máximo, a mi me hace sentir más vivo que nunca, tener el termo lleno de agua caliente, asi sea sola o de hierbas y sin azucar el mejor artilugio de mi mesita de noche (con el permiso de algunos libritos que son desplazados arbitrariamente de esos pocos centímetros cuadrados) fiel compañera también de noches de insomnio voluntario.
Lo que si odio y maldije hace unos minutos es que me saquen de la cama a las 5:32 am. No es justo, al menos si hubiera sido para algo realmente importante, pero bueno, cualquier momento es bienvenido si de escribir un poco se trata (confudidísimo transeunte desorientado gracias por tocar mi puerta). La proxima que oses o alguien ose a tratar de averiguar si en mi humilde morada reside un tal Rolando Melgarejo les echo agua de ruda hervida para que la próxima tengan más tino con la busqueda). Este post no tendría razón de existir sino fuera gracias a tu intervención molestosa y divina
Odio la minimaratón de Full House ( Tres por tres) la serie que todas las noches transmite Warner Channel el cual consta de tres capítulos los domingos en la madrugada y uno los días semana. Recuero que alla por la infancia en casa solian sentarse a la mesa previo lonchecito a ver esa serie en Panamericana televisión, cuya transmisión disfrutaba a medias porque no era muy de mi agrado y toleraba amablemente por mi corta edad.
Hasta más escribirles.
1 comentario:
Sin lugar a dudas prefiero el verano. El invierno me embarga de una melancolía inexplicable que detiene mis pasos.
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